Que San Sebastián está entre las tres ciudades más bonitas de España ni cotiza. Las otras dos son de libre elección, pero San Sebastián es otro rollo de ciudad. Hasta el mal tiempo le queda bien. La que es guapa lo es hasta en chándal. A la pregunta sobre elegir tres destinos, cuatro serían Donosti. Qué playas. Las playas donostiarras como la de la Concha, con esa doble postal; tanto de fuera a dentro como de dentro a fuera, porque tan bonita es la estampa de los edificios de la Belle Epoque como la parte en forma de concha en la que escapa de la ciudad el Cantábrico llorando. Y a los pies del Kursal el bravo oleaje de la Zurriola —playa de Gros— llenando el lugar de tablas, gorras y melenas surferas. Si es que a Donosti se le cae la belleza de los bolsillos.
Y qué decir de la gastronomía. Cómo se come en San Sebastián y qué verbena de pintxos por las barras de los bares de la parte vieja de la ciudad. De todos los colores y de todos los sabores. Allí la merluza y el bacalao tienen ocho apellidos vascos. Y la tortilla de patata —poco nada hecha— de pecado y muy señor nuestro y repetir. Y los vinos. Y la Keler. Y los colores blanquiazules de la Real, que engalanan y adornan los balcones.
Y entre tanto bueno, KHAMA Hotel se deja ver en San Sebastián a través del Hotel & Spa Arima. Rodeado de naturaleza, en pleno bosque Miramón, este hotel boutique está creado para ser parte del paisaje, con espacios diseñados para acogerte y que respires, utilizando tecnología de última generación en el respeto al medio ambiente. Porque el lujo no está reñido con la sostenibilidad. El Hotel Arima forma parte de la red Small Luxury Hotels of the World y defiende un nuevo concepto de lujo para desconectar mientras conectas con los tuyos.
Hotel Arima en Booking: ¡9,5 en confort!
Artículo publicado en KHAMA Hotel.
MARTÍN ORTEGA 